Como ya augurábamos en el anterior post, el bote de mahonesa tenía el caché demasiado elevado para este reality de serie B que nos ofrece telecinco y declinó ser el compañero reserva de Saray en el concurso.
Así que tras la deplorable orgia que se pego Saray Pereira con el follacabras de Jorge Lecumberri dentro de la ducha, ella le decía con su acentillo de las rías baixas: - tú relajate y disfrúta, no te pongas nerviosooo... vamos como si intuyera que al otro le pudiera dar un gatillazo ahí mísmo del pánico y el horror, visto el percal no queda más remedio a la productora zeppelin que devolverla a su casa no les diera por repetir tamaño espectáculo tan gonzo y deleznable perpetado en los lavabos.
Ya en plató a la descubridora antaño del trinómio mezcolanza nocilla-colacao-mahonesa se la vió llorar muy afectada por el hecho de que la alejaran de Jorge Lecumberri ahora que por primera vez en su vida había tenido su momentito de glória en el paladar. Sí, literal.
Pero la productora pensó que no estaba hecha la miel para la boca del asno o cuanto menos que ver babear a esa señora con un adolescente en una ducha comunitaria empañada de vaho era demasiado hasta para los más ductos voyeurs de las nobles artes amatorias de Guadalix de la Sierra...
Contrasta bastante este estado y su despedida vis a vis, de confe a plató, con las incisivas preguntas que le hacía solo unos minutos más tarde Lecumberri a la recién llegada,y tristemente celulítica, Tamara Gorro, acerca de entrar en hombres, mujeres y viceversa como tronista, en cuanto saliera de la casa de el reencuentro.
Ni rastro de Pocholo en la gala.
Seguiremos sácando luz y brillo a las tramas de este oscuro y bizarro programa de low cost, y muchas gracias a todos por vuestras visitas.
Saray quiere enseñarle a Jorge a comer buen centollo según sus própias palabras en la gala.
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